Rompe el paisaje la siesta.
El sol juega en el abismo.
Una lección de alpinismo
dicta un archivo en plena cuesta.
Cruje el viento entre el yerbal,
y el cielo, que azul se muestra,
nos da su obra maestra
en la tarde tropical.
Un árbol florece trinos.
Borra a veces los caminos
la corpulenta maraña.
De repente... un vocerío:
¡parece, al pasar el rió,
que se orina la montaña¡