A solas con jesus.

Aquí en mi soledad mirando el infinito 
comprendo lo sublime de tu inmensa piedad., 
que siendo como soy inmunda y pecadora 
me has abiertos tus brazos y me has dado tu paz. 

Cuantas veces en mi viada olvide tus promesas  
de amor y sacrificio, de perdón y bondad, 
cuantas otras en  los goces, con que se pierde el mundo, 
olvide que tu eres mi única verdad. 

Mas hoy al comprender las cosas olvidadas 
y sintiendo en el alma una inmensa emoción,
te doy gracias señor por la vida que tengo  
con su risa y su llanto con su canto y tristeza 
porque son los tesoros que guardan el corazón.