El fruto de un amor.

Un hijo...Un hijo tuyo... Un hijo nuestro 
es el grito que sale de mi vientre de niña. 
Es el fruto sublime de un amor realizado, 
la ilusión de los novios cuando llenos de gozo 
unen las ilusiones, ante el sumo creador. 

Un niño... No importa que sea rubio, indio o tal vez moreno,
solo importa que tenga la pasión de tus ojos , 
la bondad de tu alma... 

De mi, solo aspiro que tenga  el color de mi carnes. 

En la pequeña venas de ese recién nacido 
tu sangre y mi sangre se unirán para siempre 
tus ojos y mis ojos como guía del bien 
marcaran risueños asía el camino de DIOS.  

De ti tendrá ese niño tu robustez de hombre 
y la firmeza que emplea cuando dices lo cierto, 
de mi tendrá la sensibilidad de escribir estos versos 
y la franquea de mirar a los ojos... y decir lo que sientes.