Poema sexual
Quisiera tenerte donde
descansa mi cuerpo todas
las noches de primavera, en
donde mis sueños me invaden.
Esos mismo sueños donde
te deseo como el colibrí desea
el jugo de una flor, donde
mi boca recorre cada rincón
y mis manos acariciando tu
privacidad, sintiendo
una cascada de placer
derramándose por toda
ella y escuchando el sonido
de una estraña ave de la naturaleza,
cada ves mas fuerte y mas aguda,
cantando al ritmo de mis manos.
Me gusta cuando tu disfruta,
sentir que el tren va por su ruta,
y que va directo a la cueva la
cual tu proejes con tanta cautela.
Es sublime contemplar
el paisaje que refleja tu
cara después de una larga jornada
como estamos mojados, como si fuera
agotados y tus ojos debilitados.