Poema Humilde Mayo
Mayo trajo la flor, la milagrosa
palabra vegetal que arrulla el viento.
Mayo pobló su propio firmamento
con la sola presencia de una rosa.
Yo la miré ascender tan jubilosa
a su pequeño, débil monumento,
que fue como si viera el nacimiento
de una terrestre aurora luminosa.
Era su viva lumbre madrugada
una encendida hoguera encarcelada
en el cielo cerrado de su esfera.
Única roja rosa amanecida.
Rosa de una estación empobrecida.
¡Sólo con ella fue la primavera!
Mayo trajo la flor, la milagrosa
palabra vegetal que arrulla el viento.
Mayo pobló su propio firmamento
con la sola presencia de una rosa.
Yo la miré ascender tan jubilosa
a su pequeño, débil monumento,
que fue como si viera el nacimiento
de una terrestre aurora luminosa.
Era su viva lumbre madrugada
una encendida hoguera encarcelada
en el cielo cerrado de su esfera.
Única roja rosa amanecida.
Rosa de una estación empobrecida.
¡Sólo con ella fue la primavera!
Escritor: Franklin Mieses Burgos.