Las paredes del paraíso se encuentra en el corazón
de las mujeres; es el dulce que saborea Dios.
Morir de amor es haber vivido la vida.
Nuestros pensamiento es como un ojo
y ese ojo, como una lagrima.
¿Por que no mirarlo? por verlo
Mujer debe ser la ultima palabra de un
moribundo y de un libro.
El medio entre lo tuyo, vida! y lo tuyo, muerte! que debe darse,
que debe venir de una mujer, es una lamina cortante que no
puede pasar ni cuerpo ni corazón; no tiene donde cortar.
No hay nada o todo es visto con visión clara.
Yo reiría si cuando se atara las manos como dos verrugas
porque entonces seria al mundo como los comerciante de piedras
infernales.
Alma; Mujer desgreñada
Corazón; hombre pálido y enjuto
Cuerpo; hogar de locos donde los primeros se miran.
El corazón, aunque abandona los cuerpos no deja de llenar
el rostro.
Si el mundo termina se ara un gran bien.
No de jardín como el amor; no de espantajos
como el hombre que tiene miedo; no de gorrión, parecido
a la mujer. Como el, primer embalsamado, pero como la segunda
lechuza. Y entonces el tercero se salva.