Las quietas piedras,
Insensibles al sol, la lluvia y el viento,
Yacen en el camino,
Calladas, igual que la soledad.
¿Quien las trajo a ese lugar?
¿Acaso el viento?
¿o algun torrente o
el ser humano?
Ellas jamas lo sabran.
Pobres las quietas piedras.
Dormidas siempre se encuentran.
No conose el llorar, tampoco lo que es reir.
¡Que lentos la van royendo
El tiempo y la erosion!,
Pero las quietas piedras,
Ni se dan cuenta.