POEMA DE UN MAGO

Me gusta amarte, en la quietud de la noche,
en el frágil resplandor de una nueva aurora,
bajo la luz pálida de la Luna en trasnoche,
me gusta amarte, sencillamente a toda hora.

Cada vez que practicamos el juego del amor,
siento el temblor de mi piel ante tus hechizos,
me abandonan todas las fuerzas y el pudor,
mientras sucumbo bajo tus besos y tus risos.

Enfrascados en esa entrega sin darse tregua,
viajamos entonces por las estrellas lejanas,
saboreando a gusto lengua contra lengua,
placeres de los que siempre tenemos ganas.

Entonces la felicidad del mundo se detiene,
para absorta contemplar tu dicha y mi alegría,
para averiguar cómo la felicidad se obtiene,
me gusta amarte así, sin que sea con demasía.