POEMA LA LUNA Y LA PLAYA

La Luna nos mira con envidia por este amor,
el mar que pretende alcanzarnos con su furor,
apenas llega mansamente a besar tu escultura,
tan suave que casi lo hace lleno de ternura.

Muy dentro de mi ser siento terribles celos,
que ellos arranquen de tu corazón mis anhelos,
que con su enorme embrujo me ganen tu cariño
y quede solo, llorando como abandonado niño.

Temo que con su palidez y con su hermosura,
esa Luna, llegue a darme atroz desventura,
enamorándote para siempre con su embrujo,
aquel encantamiento que a amarte me condujo.

Tampoco quiero que el mar te arrastre lejos,
llevándose mis sueños de amor, aun perplejos,
no quiero ni puedo pensar que la Luna o el mar,
mañana lleguen nuestro bello amor a terminar.