Al distinguido poeta don Jose Joaquin Perez.
1
Se han besado el crepúsculo y la aurora,
y ya la luz blanquea;
en los mimbre se escuchan blandas notas
y rumor de alas tiernas.
Va creciendo en raudales de armonías
el himno de la selva;
en las ramas del pino canta el viento,
el ave en la palmeras.
Y en tanto que el dolor o la esperanza
al espíritu inquieta,
naturaleza, libre de ciudadanos,
a la vida despierta.
2
Se han besado el crepúsculo y la tarde,
y ya la luz se aleja;
en los mimbres no se oyen blandas notas
ni rumor de alas tiernas.
Van cayendo las gotas de rocío
lágrimas de la selva;
en los triste juncales flota el nido
de la avecilla muerta.
Y en tanto que el dolor o la esperanza
al espíritu inquieta
dormida en el regazo de la noche
está naturaleza.
Nota: Veace el articulo "Himno Nacional".