Asómate al balcón;Cesa en tus bromas,
y la tristeza de la tarde siente.
El sol, al expirar en occidente,
de rojo tiñe las vecinas lomas.
El jardín nos regala su aromas;
mece el aire las hojas suavemente,
y en la blanca espumas del torrente
remojan su plumajes las palomas.
Al ver con que tristeza en la llanura
amortigua la luz su refulgencia,
mi corazón se llena de amargura...
¡ quizá el amor que en vuestro pechos arde,
apagarse veremos en la ausencia,
como ese sol en brazos de la tarde¡