Es cierto que la vida
fue severa con ella,
pero tu hiciste
que soñara y sonriera.
Se que nada placentera
fue su vida en la tierra
mas, en el paraíso
hay un lugar para ella.
Y en esa morada eterna
ya olvido su tristeza
mas, siempre recuerda
que fuiste tan tierna.
Y allá en la eternidad
te bendice y te vela
porque la adoraste
porque fuiste buena.
Ya no anides pues,
en el alma tus penas,
lánzala al mar
o entiérrala en la arena.