Cuando te sientas solo, ausente de ternuras,
cuando no tengas sueños que abrigar en tu frente,
cuando no tenga ya quien vibre entre ses brazos
ni exista ya la duda que atormenta tu mente.
Cuando no tenga quien te hable de ilusiones,
cuando la soledad oscurezca tu cielo,
cuando el atardecer no tenga mil colores
y no sienta tu alma la espina de los celos.
En el aire hallaras las caricias que ansias,
la noche le dará anhelos a tu vida,
el sol sustituirá el calor de esos brazos
que al marcharse dejaron tu alma destruida.
Así mitigaras la angustia y el olvido
que han dejados tus días sin belleza y calor
en tus sueños de hombre forjador de quimera
volverá como entonces, otra ves el amor.