Me pusiste de noche una venda, desandando, tu;
Noctívago, e inquieto, oculto por dónde eres un solista,
Tu esta cielo y solo, y me pareces entonces una copa vacía,
tu tienes de noche el candor de los niños que juegan,
Dos llamadas se suceden en torno a la casa sola mente,
Tu estas donde de noche se cae volando la flor, solo,
Sin primavera, sin asistente a quien asordinar, sin nadie a quien amar
y rehusando a mayo.
No te pareces a la tierra, la culpa toda llena de lamento,
Serafín abandonado con el enceguesimiento de las
Muchas cosas que tienes tú que urdir,
tu estas solo, eres errátil, adolecente, frio e insensible, con el cuerpo
Tendido en el invierno...
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