Os digo: “Todo lo que he abandonado”
Esto es aquello y no lo de mi cuerpo.
Jamás me alabo
Y las tinieblas del fondo donde me muevo
Nunca estarán si yo he pasado.
El abanico de su boca, el reflejo de sus ojos.
Yo solo hablo,
Yo solo estoy ojeroso
Por este inútil! Mirar en donde el aire circula a través de mí,
Y acaricia un rostro, un rostro amado,
Un rostro amante, tu rostro.
Tú, que no tienes nombres y que los otros ignoran.
El mar te dice: sobre mí; el cielo te dice: sobre mi
Los astros te adivinan, las nubes te imaginan,
Y la sangre derramada en los mejores momentos.
La sangre generosa
Te conducen con delicadeza.
Canto la gran alegría de cautar.
La alegría infinita de tenerte o no tenerte,
El candor de esperarte, la inocencia de conocerte,
Oh, tu que suprime olvido, la espera y la ignorancia,
Que suprime la ausencia y en el mundo me dejas:
Canto por cantar, te amo para cantar
El misterio donde el amor me crea y se libera. Tu eres pura, tu eres todavía más pura que yo.